Tiende el perezoso ocaso
su manto de terciopelo,
preñado de estrellas cálidas
para arroparme en mi sueño.
Cruza mis labios la sombra
de un desnudo navío sin velas,
sin rumbo, timón ni puerto
que cobije su soledad.
Fantasma es del último beso
que mis labios pertrecharon
cargado con todas las joyas
de los latidos de mi pecho.
No echan mis labios de menos
el roce carmesí de los suyos,
sino beber en ellos su vida,
y encender su amor eterno.
No mueren mis ojos por verse
en el zafiro mar de los suyos,
se mueren de pena en la ausencia
del cielo azul de su mundo.
No es la ausencia de su lecho,
de su cuerpo, que me hiere,
sino la ausencia de su brillo,
su luz, encendida en mi pecho.
Largas sombras en las calles
del eco de sus sonrisas,
ni recorrerlas ya puedo
pues me abrasan en la brisa.
Húmeda sal derramada
recorre veteando mi rostro,
corroe de mi corazón su coraza,
trocando en plomo su oro.
Lo que yo busco no existe,
Ni tan siquiera existía,
cuando buscando su mano,
vacía la hallaba de risas.
Teje la noche serena
diamantes en su azabache,
por verter la luz en mi alma,
por vaciarla de penas.
Mas tenaz es la tenaza
Que ata a mi corazón las penas.
Porqué bebí del amor,
sino para ahogarme en su ausencia.
Bebiste del amor, sentiste sus besos, abrazaste sus sueños, te cobijaste en sus caricias… tus labios no están vacíos, están llenos de su amor, tus abrazados no están solos, están arropados de su esencia, tu cuerpo está alimentado de su fragancia, tu corazón de su alimento… no estás solo aunque sientas si ausencia, estás acompañado de toda su esencia.
La verdad es que tu poema me ha encogido el corazón, es tan bello y tan sentido…
Un abrazo.
Hola María
A veces el tiempo, juguetón, se estira, se alarga, y pasa más despacio de lo que uno querría.
No puedo pasar un par de horas en su presencia y no sentir el peso de unos fantasmas que, traviesos, no me terminan de abandonar soltando lastre.
Hay ocasiones en las que quisiera ser un triste ignorante para no soportar el yugo del valor de lo perdido.
Me acojo a ese abrazo tuyo esta noche.
Angel, hermoso tú, hermoso tu poema, bello, muy bello aunque triste. Cuando en la vida nos topamos con el amor, logra ese misterio enexplicable en nosotros: llega como inaugurando nuestros días, se vuelve obrero de nuestras sonrisas, alerta nuestra piel. Ya cuando desaparece, nos deja sumidos en otro misterio que algunas veces no podemos descifrar, hasta que advertimos son recuerdos que cual fantasmas, nos alejan de otras pieles. Y finalmente nos volvemos solitarios,
Preciosísimo hermosote, me encantó¡¡¡¡
Buen comienzo de semana, imagino habrás andado en tu super moto este finde:)
Un besote
Hola Zully
Pero es que yo ya era solitario, cuando me acostumbré a la compañía de sus sonrisas. Mi piel ya estaba curtida por las tormentas de arena, cuando la delicada envoltura de su mirada la volvió tierna.
Y ahora…, ahora hay días en que el viento abrasa al arrastrar su risa, y mi piel se quema, y yo sólo quiero que mi piel se vuelva de nuevo de dura piedra, y que la compañía de la soledad le baste a mi sonrisa.
Gracias Zully, por mirarme con tan bellos ojos. No, este finde no he montado en moto. He estado con mi hijo en las fiestas de moros y cristianos de mi pueblo.
Un besazo.
María, muchísimas gracias por prender mi alfiler en tu solapa.
Un beso en la comisura de tu sonrisa.
He leído tu último comentario en el blog «Entre asombros» de Iluso Luis y yo también me he quedado asombrada. Destilas poesía …hasta en los comentarios.
Un saludo,
Verdaderamente me asusta cada vez más lo poco que importa el talento o la sensibilidad. Estamos tan en manos del puro azar, de la suerte o la desgracia, de esa pelotita de tenis que tropieza en la red y durante dos segundos eternos no sabes en qué lado va a caer.
Sientes el amor como una tenaza que tanto te aprieta que te hace daño. Como un sediento trago de agua fresca que casi te ahoga. Y tú, querido amigo Angel, lo único que has tenido es mala suerte. Y peor mala suerte todas las mujeres que hayas conocido que no sepan ver en tí lo que vales.
Un abrazo. Mira, te he traído a Pat. Cuídamela con mimo que la quiero mucho. Un saludo a María, un besazo a Zully hermosota y cuando aparezca Lucía, un beso también para ella.
Pat, un verdadero placer que visites mi rincón. Prometo a Luis cuidarte y tienes aquí un hueco siempre que te apetezca. Muchas gracias por tus palabras.
Luis te recojo ese fantástico abrazo, pero que sepas que yo también forjo mi propia mala suerte, que no todo son caricias y besos, y mis demonios también juegan su papel. Pero sí, necesito más mimos que un osito de peluche, el contacto constante de una mano en mi mano, y ahí sí que no he tenido mucha suerte.
Otro abrazo para ti.
Vengo a desearte una feliz tarde, Angel.
No se si recibiste el otro día un email mío que te envié a la dirección que tienes puesta aquí en tu blog.
Un beso.
Muchísimas gracias María
Acabo de contestar tu mensaje.
Un besazo.
Que triste y bello lo que escribes…
Traspasa tu nostalgia por ella… bellas palabras dulce recuerdos..
Quédate con lo que viviste a su lado eso nadie te lo robara, ni el sabor de sus besos, ni el olor de su cuerpo…
Y tus manos están llenas tanto como tu alma de caricias….esperando otro cuerpo. O talvez de nuevo el su yo vuelva a tus brazos. Ser feliz creo que lo mereces.
Un beso.
Ah un beso para ti también Luis.
Muchas gracias por esas palabras que te salen del alma y que me regalas en mi rincón, por favor, no me pidas perdón, soy yo quién te lo agradezco en el alma, tus palabras son una joya para mi blog, gracias por alimentarle.
Un beso.