¿Qué sientes sin sentir nada?
¿Qué negro corazón guardas?
Envuelta con hiel tu alma
y hasta el aire que respiras
que al hablar negro lo exhalas.
¿Qué es para ti la vida?
Negro acontecer de espadas.
Ganar batallas tu ansías
perdiendo en ellas tu alma.
Siembras los campos de sal
por ver que tu odio triunfa
triste es, si lo has de ganar
arrasando vida, arrancando paz.
De bien ganarás batallas
mas perdida has la guerra
pues en tu victoria yerra
lo que en la vida destaca.
Y aún peor que tu derrota
es lo que arrastras a ella,
ciega! torpe! ruin! Soberbia!
incapaz de ver que había
vertida también sangre propia.
Quizás algún día la vida
de odio tus ojos desprenda
ese velo que hoy los cubre
y lo que hoy tu vista elude
mañana tu alma reprenda.
Que no esté yo ahí, dará igual
Pues si me hirió una vez tu odio
no conseguirás de mi más odio
que me hiera por igual.
Porque de tal odio vacío,
podré llenar mi corazón,
de alegrías mares, de risas ríos.
En ello empeñaré mi razón.
Aquí d. Lechuguino haciendo acto de presencia para decirte lo mucho que me gusta todo cuanto escribes, Angel. Por lo demás, es emocionante curiosear con los comentarios. Me siento como la portera de 13 Rue del Percebe.
Un abrazo y besos para nuestra Rojita
Luis, este espacio no estaría aquí sin ti y sin lo que nos das, sin lo que me das.
Gracias a ti. Un abrazo.
¿Sabías, Angel, que a las madres matronas ( por emular la película de los hermanos Taviani «Padre Patrón»), se les puede vencer?.
Ufff, Luis, de verdad, hazme caso. La mejor forma de vencer a esta es el ostracismo.
Gracias.
Este poema se me clava en el alma, cada vez que lo leo, lo he leído en varios momentos y distintos días, y nunca pensé dejarte un comentario, pero hoy te dejo mi huella, porque escribas lo que escribas, sea pasión, sea tristeza, lo haces con tanta belleza, siempre desde el interior de tu corazón, que me encanta leerte.
Toda mi admiración en un beso.
A ti se te clava en el alma, pero yo lo desclavé de la mía, para poder sanar.
Afortunadamente, esa herida está bastante bien cerrada, aunque nunca olvidada.
Un beso muy grande.