Sonríes,
y se esconden las estrellas
al ver tu risa brillar.
Sonríes,
y mi luz se torna azul,
del azul de tu mirar.
Sonríes,
y en las noches de tus labios
quieren los míos morar.
Y en el brillo de tu risa,
y en el azul de tus ojos,
y en las noches de tus labios,
mi corazón se derrama
a cada paso que das.
Y es mi corazón quien vive,
y es mi corazón quien goza,
brillando de dicha en tu risa,
ahogado en el mar de tus ojos,
muriendo por tus labios besar.
Unos versos muy dulces y tiernos como lo es siempre tu manera de transmitir poesía.
Tienes mi admiración, poeta.
Un beso.
Tu sonrisa ya me llena María.
Un beso.
Hermosos versos…
Hay sonrisas imposibles de olvidar, y al evocar su recuerdo, aunque sea un breve instante…nos inflingimos deliberadamente, el daño más grande que nos podemos hacer a nosotros mismos… Ahogarse, morir, brillar, gozar…¡Vivir! (Y todo por una sonrisa…)
¡Un abrazo muy fuerte, amigo!
Ananda
Por sentir, hasta el daño es un lujo si me llega a lo más hondo.
Por sentir, la medida del cielo llega de las brasas del infierno.
Por sentir, no puedo ilusionarme como un niño si la desilusión no arrasa también mis cimientos.
Si das la llave deliberadamente y entra el dolor, también tienes la clave de su cura.
Un abrazo 😀