Una mirada sincera es pura e incapaz de mentir; traspasa los muros como el acero candente la mantequilla, y llega hasta lo más hondo del corazón, allí donde las palabras jamás llegan. Un beso. Responder
Miradas que pueden ser caricias, besos y hasta la seda del alma.
Un beso.
Una mirada sincera es pura e incapaz de mentir; traspasa los muros como el acero candente la mantequilla, y llega hasta lo más hondo del corazón, allí donde las palabras jamás llegan.
Un beso.