Las muevo, extendidas, anhelantes,
ante un Sol de enero que, lejano y frío,
de espaldas aún a sus promesas de verano,
guarda celoso, distante, su calor.
Ateridas, buscan en mis bolsillos el abrigo de un hogar,
donde atisbar el regalo de una prometida primavera,
huyendo del hiriente aliento de un invierno que,
poderoso, extiende su gélido manto sin piedad.
Y mientras la sangre lucha por teñir sus venas
con la otoñal tibieza robada a mi piel,
yo no acierto sino a pensar, con una sonrisa,
que mis frías manos parco precio son,
para mi corazón ardiente.
¡Ay amigo mio!
Así tengo yo ahora las manos, frias, y así tengo mi corazón ahora, ardiente… Pero ¿sabes?, aún frias…siguen siendo manos enamoradas, aún frias…siguen reclamando a gritos a otras manos con las que, no hace mucho, apasionadas se entrelazaban, se apretaban furtivas, se acariciaban…No estaban frias entonces…
Sabes amigo, una vez terminé una de mis poesías con un verso que ahora parece que me viene envuelto en el aroma maravilloso de la tuya.
Decía, «y un enamorado sin su amada, ya sólo vive en el Invierno»
¡Un fuerte abrazo con las manos frias…y el corazón caliente!
¡Sigo, sigo amando!
Ananda
Esas eran mis manos en el invierno Nazarí.
Esas son mis manos en el frío azul de mis recuerdos.
Estas manos, mías, no volverán a tener-pasar frío…
Una maravilla poder disfrutar de tu poesía.
Gracias otra vez, por todas las veces…
Mario
Hola Ananda.
Por desgracia, o quién sabe si por ventura, el corazón tarda más en calentar que las manos, aunque una vez encendido es capaz de eclipsar el calor del Sol.
Como bien tu sabes, amar lo calienta como nada más lo hace.
Un abrazo.
Mario, podrás haber tenido las manos frías, pero los relatos que por ellas salen de ti de fríos no tienen nada 😀
Un abrazo.
Amigo UnAngel, últimamente apenas visito blogs, por ocupaciones «especiales-transitorias», a ver si mi vida vuelve a la normalidad para seguir leyendo vuestros blogs.
Y cuando entro en tu rincón siempre me llevo un buen sabor de letras, todas escritas desde tu pluma de la sensibilidad.
Un beso.
María, cada visita es un regalo de la voluntad, que deja el aroma de una sonrisa.
Cualquier visita ha de ser espontanea y deseada; cuando nos apetezca y el tiempo disponible y las circunstancias así lo permitan, pues de lo contrario carece de la magia que realmente merece la pena.
La frecuencia no es importante, sino la sonrisa que te trae.
Un beso y cuídate.
Ummm cuata pasión, veo por aqui!’precioso! Besos.
Yo tengo las manos frias y el corazón..:(
Yo siempre he sido una chica de manos frías, pero eso sí, con el corazón bien calentito jajaja. Hermosas palabras para un día lluvioso como el de hoy. Da gusto perderse en ellas…
Un abrazo!
No hay nada nuevo, pero te dejo mis saludos y un beso, amigo mío, espero que estés bien.
Por que si el calor existe en el corazón, las manos heladas pierden el temor del frío invierno… pierden el miedo de las grietas de la vida, cuando el corazón esta caliente, late y bombea luchando contra la inmensidad del frío invierno…
Hola Angel.
Sólo pasaba por aquí a ver si habías dejado algún trocito mas de corazón, en forma de regalo poético, para los amigos que te leemos.
¡Un fuerte abrazo!
Ananda
Hola Lucía
La pasión siempre logra encender el corazón, por muy frías que las manos estén. Ya vendrán detrás.
Un beso.
Rumbi, sé que tu corazón destila calor en cada latido que decides commpartir, y me encanta que te pierdas conmigo en tus ratos libres.
Un beso.
María, últimamente no tengo tanto tiempo como quisiera, pero este rincón es la suma de los presentes y el aliento de mis sueños, y en él eres como el Sol en el amanecer.
Un beso.
Jossie, el invierno cede ante el calor de tu mirada. Cada día contigo es un día de sol de primavera.
Ananda, hermano, no dejo más trocitos porque me pierdo por los rincones de la vida, pero es mi corazón el que crece sumando cada sonrisa que recojo en este blog.
Muchísimas gracias!!!
Amigo, aunque tus letras no escriban poemas, sigues escribiendo desde nuestra mirada, porque aquí seguimos contigo, y con tus letras que perduran en el tiempo, y aunque se echan de menos, venir aquí es volver a respirar la fragancia de tus versos, de sentimientos, de sueños….
Un gran beso.