Vestida de rojo rubí,
y de azabache dulzura,
llegó hasta mi tu sonrisa,
montando rayos de luna.
Lanzó su red tu mirada,
de finas hebras risueñas,
y por beber de tus ojos,
mi sueño atrapóse en ella.
Quizás esa dulce miel
del cielo de tu mirada
no ha de calmar mi sed,
pero al tejer la lazada,
azabache, rubí y miel,
ignoran el alma atrapada.
Vaya… se nota que llega el otoño… que romántico tu poema amigo!
Aysss creo que estas enamorado..:)
Besos guapo!
Mira…Echaba de menos tus poemas (hace ya tanto desde que reflejaste aquí el último), así que recibo con el doble de agradecimiento este con el que nos obsequias.
No estoy para romanticismos mi buen amigo…tal vez porque me estoy viviendo a mí mismo con tanto amor, tan desbocado, que lo último que necesito ahora es un poema tan hermoso que me haga desbordarme en agradecimiento…y en llanto…Este es muy hermoso…y romántico, Angel.
Siempre tienes la enorme virtud de volar, de salvar distancias, y de «conectarnos», a los que tenemos la suerte de leerte, de alma a alma, de espíritu a espíritu, de corazon a corazón…¡Que gran virtud tienes en tu poder!
¡Muchas gracias amigo!
Ananda
Hola bella Lucía,
Se nota que llega el otoño… en que ya voy entrando más por casa 😀
Ciertamente estoy deseando que el otoño pinte de bellos colores los árboles para poder disfrutar de esa fiesta desde la moto.
Y sí, estoy enamorado, de todo lo que me hace feliz; de las miradas que me sorprenden y de las sonrisas que me enamoran.
Un besazo.
Hola Ananda 😀
¿Qué añadir a lo que ya conoces, buen amigo? Sencillamente que el regalo de tus palabras es como la luz que calienta el corazón al alba.
Que tu piel sea tan permeable a los sentimientos es algo mágico. No hay nada peor que pasar por esta vida sin sentir nada, así que todo lo que sientas son tesoros que abre tu corazón. Y en eso querido amigo, eres inmensamente rico.
Un gran abrazo.
Hola, Angel:
Me alegra mucho volver a leerte, hacía ya tiempo que no publicabas.
Y siempre lo haces desde la sensibilidad y dulzura de tus letras, que están vivas, y que mecen.
Sonrisa que acaricia,
que alimenta la mirada,
que llena de luz las sombras.
que se mezcla con sus labios
envueltos en la humedad
de su mirada.
Un beso, amigo mío.
Hola María,
encantado de que vengas cuando quieras y llenes los márgenes de mi blog con tus flores.
Me vais a disculpar todos este parón, pero además de los excesos veraniegos en forma de horarios intempestivos y rutas moteras sin fin, en cierta medida yo también soy así. Inconstante, mis textos nacen en oleadas que vienen y van. Juguetones, llaman a la puerta, y yo sólo les dejo salir.
Un besazo.
A veces el amor nos atrapa en su red. Y esa es una de las cosas que no me gustan, pues no me gusta sentirme presa y menos de un sentimiento. El amor debería hacernos sentir libres y capaces de ir a dónde queramos y hacer lo que deseemos. El amor debería ser algo más que una red que nos engancha los pies y nos impide avanzar… Sin embargo pocas veces el amor es lo que debería ser… Y tu poema explica muy bien cómo nos sentimos a veces.
Un abrazo!
Hola Rumbi !!!
No se porqué, pero tu nick me suena a alegría, al risueño estallar de las pompas de jabón haciendo cosquillas en la piel.
Sé que lo puede parecer por el poema, pero para mi el amor no es una red, sino todo lo contrario, un universo abierto donde antes no existía nada. El amor no es el problema, (el amor nunca es un problema) sino nuestra percepción del mismo y el choque con los intereses que nos hemos marcado en nuestra vida como básicos para alcanzar la felicidad, y que van reduciendo la parcela que dedicamos realmente al amor. Por eso si entramos en ella nos sentimos atrapados, porque nosotros mismos hemos reducido al amor a una pequeña bahía dentro de todo su mar, y nuestro barco agoniza en ese espacio angosto.
La red de una mirada, de una sonrisa, su brillo, su esencia, su luz, no nos atrapa, nos rescata de un mundo cómodo, estandar, tranquilo, para lanzarnos al vacío y darnos la oportunidad de crear todo un universo, tan grande como todo lo que seas capaz de dar de ti, sin sentir miedo a caer, pues ese miedo limitará al amor, reducirá su espacio, y la intensidad de lo que podrías llegar a sentir.
Nadie puede asegurarte que no caigas, pero el único dolor real es la ausencia de amor, haber cortado nuestras propias alas para recostarnos mejor en el sofá de las comodidades y conveniencias. El resto es la consecuencia de poner puertas al campo, de marcar objetivos que no están en ese universo y por lo tanto, invariablemente, no se alcanzan, y nos llevan por el camino de la frustración y las sombras.
Un besazo.
Amigo, UnAngel:
Perdona que te comente sobre uno de tus comentarios, pero cuando le he leído me ha gustado tanto que no he podido callarme, se trata de la respuesta que le das a Rumbi, sobre lo que es para ti el amor, es precioso como lo has descrito, me ha encantado, y tengo que decirte que estoy de acuerdo contigo.
El amor es un paraíso que te mece el alma, te llena de paz, te sumerge en ella a través del sentimiento que te acuna como si te columpiara en una ola, para sentirte acariciado por ella. La esencia de la vida, es el amor.
Un beso y un abrazo.
Hola María !!
No hay nada que perdona, más bien te animo a que siempre que te apetezca hagas lo mismo.
Me alegra mucho que coincidas conmigo acerca de mi percepción del amor.
Aunque también es cierto que no por verlo así me es más fácil llegar a él.
Un besazo.