Poesía

Caminando en la poesía

Despacio,
con pasos quedos,
desnudando corazones,
vistiéndolos de sonrisas,
con el Sol en la mirada
y su luz entre mi pelo,
con el reflejo de estrellas
en el estanque del cielo,
con el corazón latiendo
por el sendero de un sueño,
con un arroyo de vida
brotando de entre los dedos
bajo la sombra de un beso,
sentado junto a la orilla
de un amanecer perfecto,
de soles besando mares,
de nubes pariendo soles,
con el ronroneo de un gato
bajo un manto de caricias,
con el vello levantado
por la brisa de la vida,
con inocencia y pupilas
vestidas de alma de niño,
con la experiencia resabia
que olvida lo que ha aprendido,
de puntillas,
estirando,
del hilo del infinito,
deshilachando prejuicios
hilados en noches viejas,
despejando el corazón
como el cielo en primavera,
entre jirones de nubes
tras descargar la tormenta,
abriendo de par en par
las ventanas del sentir.
Así, ligeros y limpios,
luminosos y radiantes,
los ríos de la poesía
me llenan el alma de dicha,
engarzando sentimientos
con hilos de plata fina,
entre pasiones y besos,
y lágrimas y desdichas,
bajando hasta lo más hondo,
volando sobre las nubes,
vistiendo mis labios de besos
y de lágrimas mis mejillas.

… y para sus versos
mi corazón guarda
billetes de primera fila.

10 Comments on “Caminando en la poesía

  1. Aire, agua, viento y cielo, el motor ruge con fuerza y deja atrás lo ya visto, ni una mirada al retrovisor, ni una leve tentación de girar la cabeza…adelante, adelante, adelante, todo lo que la vista abarca es tuyo.
    Ahora te pertenece, en este instante…en este momento que has de respirar como si de ello dependiera toda tu vida, pasado el instante llegará otro, tal vez igual, tal vez mejor, tal vez peor…y seguirás mirando hacia adelante, seguirás abriendo el puño del gas…yu comprenderás que todos esos momentos son perfectos, sentirás que cada instante es poesía…porque has entendido, porque has descubierto el Secreto… Ya nada va a ser igual a partir de ahora…y de entre los momentos tu corazón recogerá los mejores versos…de toda tu vida…

    ¡Un fuerte abrazo, buen amigo, y toda mi dicha por tu inmenso valor de compartir libremente tu Camino, tan lleno de tí, tan lleno de poesía!

    Ananda

  2. Ananda, podré llegar lejos describiendo sentimientos y plasmando aquello que veo con el corazón, pero siempre que apareces en los comentarios me tomas de la mano y me transportas aún más allá, de esa manera tan especial que tienes de hendir los caminos de la Vida, compartiendo la sonrisa de tu mirada.

    Muchas gracias a ti, Ananda, por mirar y sonreír.
    Un gran abrazo.

  3. Las armas las carga el diablo, y la poesía la cargas tú, con tu retórica desmedida… Es un placer acompañarte, verte, sentir cada latido de tus letras, saberte yendo y viniendo y, sobretodo, escribiendo…

    Gracias por lo prestado, también por las lecciones.

    Un abrazo

    Mario

  4. Gracias a ti, Mario, porque esto no es sino una suerte de conciencia colectiva donde crece exponencialmente cada paso que doy, y cada palabra invertida me llega de nuevo enriquecida, macerada en barricas de momentos vívidos, con aromas de experiencias compartidas, vibrantes.
    … y yo no dudo en tomar ese licor de Vida, que carga mi pluma y mi corazón.
    Pero no lecciones, que cada paso que doy me permite descubrir pequeñas verdades reflejadas en el rocío del camino, y el polvo adherido a mis pies me va despojando de la carga de lo aprendido para acabar descubriendo, paso a paso, que no soy más que un aprendiz, eso sí, cada día con mayor deseo de aprender.

    Un abrazo Mario.

  5. «Con el vello levantado por la brisa de la vida». Con tu permiso, me guardo esta frase, que en sólo 10 palabras encierra un mar de sensaciones que no me son ajenas. Me encanta que mi vello tome vida propia y decida él solito cuando debo estremecerme y dejarme llevar por los dulces acontecimientos.
    Me la apunto en mi agenda. La primera hoja siempre es para las frases que me han dejado touché. Compartes asientos en primera fila con no menos grandes como Luther King.

    Un abrazo UnAngel y un placer para los sentidos, todo lo que llevo días leyendo por aquí.

  6. Siempre acudes a mi blog con palabras bonitas que dedicarme a mí y a aquello que escribo. Quiero que sepas que aunque no siempre deje mi huella, siempre leo, y esta vez me has dejado sin palabras.

    Sólo alguien como tú habría sido capaz de transmitir con semejante belleza lo que la poesía que habla de sentimientos encontrados es capaz de hacernos sentir a quienes tenemos el privilegio de leerla y comprenderla.

    Muchísimas gracias, de corazón.

    Un abrazo!

  7. ¡Qué sorpresa más agradable verte por aquí, Lobo!

    Por supuesto que puedes guardarte cuantas frases quieras, a fin de cuentas, con mayor o menor acierto, cuelgo aquí todo esto tanto para mi como para todo aquel que entre en sintonía con su lectura.

    Por lo tanto, para mi es un placer que te guste lo que lees por aquí.

    Un abrazo bien grande.

  8. Querida Rumbi, si ves que en tu blog dejo palabras bonitas no son sino el reflejo de lo que allí veo al llegar.

    Tienes una sensibilidad preciosa y con una delicada sencillez las notas de tu corazón se abren paso directo hasta el mío, y por un instante le haces latir más allá de mi cuerpo, mientras el mundo que me rodea simplemente deja de existir, y el viaje de vuelta a la realidad cuando acabo de leerte es como el frío cortante del invierno sobre la piel desnuda al abandonar la inmensidad del mar.

    … y me siento torpe al describirlo.

    Gracias a ti por compartir el tuyo.

    Un fuerte abrazo.

  9. La poesía es el género de la sinceridad última e irreversible. Mario Benedetti.

    Gracias por tu sinceridad y enhorabuena, «poner el corazón sobre la mesa» no es algo a lo que estemos acostumbrados, cuando deberíamos, por «semejantes» que somos, estar obligados.
    Un abrazo

  10. Hola Ángeles.
    Es todo un placer encontrarte por aquí, y además, citando nada menos que a Benedetti, cuya poesía me encanta.

    Como he puesto por aquí ya en más de una ocasión, antes de lanzarme a abrir este rincón me lo pensé, pues era, es, una pequeña ventana a mi interior. Me lo pensé por lo mismo que todos nos ponemos máscaras, por evitar que nos hagan daño, pero ciertamente sólo al exponerte puedes sentir el calor del sol en primavera, y yo lo he recogido con creces.

    Las máscaras en nuestro corazón son como las tiritas en nuestra piel, pueden ayudar a curarnos al principio, pero si no las retiras a tiempo, no dejan que la piel cure, nos impiden sentir la brisa, el rocío, la luz, y todo aquello que merece la pena, lastrando nuestra propia felicidad.

    Un abrazo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

dos × 3 =